Carlos Domínguez fue condenado a prisión
perpetua por matar a su hijo Lucas de una puñalada, el 1° de enero de 2015, en
la esquina de Esquiú y Alberdi, en las 1200, Cipolletti.
Sin embargo, por la falta de resolución
de la Corte Suprema de Justicia, en las próximas horas saldrá en libertad,
monitoreado con una tobillera electrónica.
Cuando se lo llevaron preso por el crimen,
Domínguez les dijo a sus familiares que los iba a matar a todos.
El hombre quedó tras las rejas el mismo
día que cometió el brutal crimen de su hijo, a quien le clavó un puñal en plena
vía pública, a la vista de todos.
Un año más tarde fue condenado, pero el
fallo no quedó firme y, por ley, Domínguez ya cumplió el tiempo máximo en
prisión preventiva. Es por eso que saldría en libertad, aunque por el momento
no tiene a dónde ir.
Domínguez juró sus familiares que iba a cobrar venganza. Además, recientemente
les hizo llegar una amenaza y cuando fueron a denunciar la situación a la
Justicia, se enteraron de que estaba por quedar libre.
Actualmente está preso en el Penal 5 de
Cipolletti y fijó un domicilio en esta ciudad. Sin embargo, el propietario del
inmueble declarado aseguró no estar al tanto del tema, por lo que descartaron
su llegada allí. “Hasta que no encuentre un domicilio y cumpla con los
requisitos impuestos por el tribunal, deberá permanecer en prisión”, explicaron
desde Fiscalía.
Los familiares de Domínguez declararon en
su contra durante el juicio y aseguraron que el crimen de Lucas fue
premeditado.
De esta manera, contradijeron la versión
del condenado, quien había dicho que actuó en defensa propia.
Los hermanos de Lucas aseguraron que la
violencia de su padre estuvo presente siempre en la casa. Uno de ellos contó
que a él también intentó apuñalarlo en una ocasión, pero que logró evitar el
ataque.
Para la Justicia cipoleña, el caso está
cerrado. Domínguez mató a su hijo en total conocimiento de lo que estaba
haciendo. Fuente LMCipolletti
POSTEADO: 28-08-2018
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