Cerca de 10 millones de personas morirán cada
año, por resistencia a los antibióticos a partir del 2050, según indicaron
expertos de la Unión Europea (UE), que participan en un encuentro celebrado en
Argentina, con el objetivo de concienciar sobre esta situación.
Al igual que los seres humanos se han
adaptado a los antiguos medicamentos y necesitan nuevas moléculas para afrontar
sus actuales enfermedades, las bacterias que anidan en la piel o viven en el
tubo digestivo de los humanos, muchas veces con finalidad defensiva, han
adquirido una gran capacidad para defenderse de los antibióticos y sobrevivir.
Eso son las resistencias.
Entre las razones que explican esta
situación, se encuentra la administración sistemática de antibióticos a las
vacas y terneras de consumo humano, medida que adoptan los ganaderos para
evitar que los animales enfermen y quede perjudicada su venta posterior.
El tratamiento animal crea una cadena de
transmisión que canaliza el antibiótico, hasta quienes posteriormente
degustarán la carne de la vaca o ternera tratadas."Hoy se usan más
antibióticos en producción de carne, sobre todo de cerdo, vaca y pollo, que en
salud humana", señaló el jefe del Departamento de Bacteriología del
Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas (ANLIS), Marcelo Galas.
Lo nefasto de la automedicación
El consumo excesivo de antibióticos a través de
la automedicación, y la consiguiente resistencia humana a los mismos, da lugar
a que muchos de esos fármacos no se puedan utilizar cuando un enfermo es
hospitalizado con alguna patología infecciosa grave, que requiere intervención
antibiótica.
Aproximadamente un 10% de las persopns
hospitalizadas, sufren una infección durante su estancia en el hospital, unos
contagios que suelen ser de mayor gravedad que los adquiridos en el exterior,
ya que los centros sanitarios congregan microorganismos de alta complejidad.
Esta situación explica que algunas bacterias ya
surjan con mecanismos de resistencia incorporados, lo que explica qe en los
últimos 50 años la progresión de mecanismos de resistencia de las bacterias,
haya aumentado de forma que los expertos grafican como "superexponencial".
No recurrir al antibiótico por una gripe
Los médicos insisten en que nunca se debería
recurrir a un antibiótico, cuando se sufren infecciones víricas, por ejemplo
ante una gripe, ya que esos fármacos no pueden combatir los virus.
Otro motivo de dificultad creciente para
recurrir a los antibióticos reside en la reticencia de la industria farmacéutica
a invertir en investigación e innovación de esta familia de medicamentos.
La mayoría de los antibióticos ahora
comercializados, son muy antiguos y tienen un precio de venta bajo, considerado
poco ventajoso o nada estimulante para los laboratorios.
PUBLICADO EL 06/06/201
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