El nene de 11 años tenía malas calificaciones y en la escuela
lo tildaban de ‘violento’. Sus padres lo enviaban a maestros particulares,
quienes les aseguraban que el niño sabía todo, pero a la hora de los exámenes,
el infante reprobaba.
Al preguntarle porque le iba mal, el chiquillo explicaba que
se olvidaba todo en la escuela.
El hombre contó en su cuenta de Twitter que su hijo era
acosado constantemente por sus compañeros, y cargó contra las maestras que negaban
la situación de bullying, y que éstas se limitaban a culpar a su hijo de todo.
Este padre explicó que los indicios del infierno por el que
estaba pasando su hijo, era un incremento en el nivel de irritabilidad, merma
en las calificaciones, desgano por las actividades extracurriculares que antes
le encantaban. “Nosotros creíamos que el problema era él y su falta de interés”,
refirió @NA2ARENO en su cuenta de Twitter.
Al descubrir la situación de bullying, lo cambiaron de
escuela, y por tal motivo, le ofrecieron ir a despedirse de ‘sus compañeritos’,
pero era tal el grado de malestar, que el niño damnificado sufrió una crisis
nerviosa de llanto y vómitos la noche anterior a la despedida.
“Lo tranquilizamos diciéndole que no era necesario que fuera y
de a poco se tranquilizó y logró irse a dormir tranquilo. Tuve un puñal clavado
en el pecho, como fui tan ciego? No saben lo mal que me siento de no haberme
dado cuenta antes, de no haber leído las señales que me daba, de no haberlo
cambiado antes de colegio”, reflexionó este papá, a modo de autocrítica.
En la escuela del infierno le aseguraban que el niño era ‘un
monstruo’, cuando no era así, “nuestro hijo era un chico sano, que ama el
teatro y nos vive abrazando, cosa que corroboró la psicopedagoga que
consultamos tiempo después para que lo evaluara”, detalló este padre.
La recomendación
Ante cualquier cambio extraño en la conducta de los niños,
recurrir a un profesional y cerró diciendo “les dejo buenos deseos a todos y
que aprendan de los errores ajenos”.
PUBLICADO EL: 23-07-2019