Una discusión por dinero se convirtió no solo en un asesinato
violento, sino que también en un caso de canibalismo. En la ciudad de Valencia,
a menos de 200 kilómetros de la capital venezolana, un adolescente de 17 años
murió por un golpe en la cabeza y sus agresores le quitaron la piel para
comerse sus músculos.
Según la investigación, los agresores pertenecían a su círculo más
cercano: dos eran primas de la víctima, de 15 y 16 años, un vecino y su papá.
Los cuatro asesinos lo redujeron con un tubo, lo descuartizaron y quemaron sus
restos. El diario El Carabobeño detalló que las partes con mayor cantidad de
carne (las mejillas, los brazos, los glúteos y los muslos) fueron asadas para
luego comérselas.
Yerson Eladio Aponte Sequera, de 17 años, había sido reportado como
desaparecido hace una semana y sus familiares habían comenzado una búsqueda por
sus propios medios para rastrillar el barrio. Hasta los propios atacantes
formaron parte de esta iniciativa.
Pero había algo que no cerraba. Los tíos de la víctima notaron que
estas cuatro personas siempre trataron de justificar la ausencia del
adolescente, al decir que se había mudado sin avisar o que se había escapado
con sus amigos. Fue tal el nivel de sospecha que levantaron, que los detectives
del Eje de Homicidios los citaron a declarar y confesaron el asesinato.
PUBLICADO EL 06-02-2018