Hace poco más de un año, cuando Brian
Montenegro asesinó de seis puñaladas a su exmujer, delante de sus tres hijos,
tenía prohibido acercarse a ella por reiterados episodios de violencia.
Sin embargo, con un voto en disidencia,
la justicia determinó ayer que no se trató de un femicidio y lo condenó a 22
años de prisión, porque para los jueces 'no estaba acreditada la violencia de género'.
La fiscal en su alegato había pedido la
pena máxima por “homicidio doblemente agravado por el vínculo y por violencia de
género”, además del agravante de “desobediencia”, ya que había violado la
restricción perimetral
Noche sangrienta
Todo sucedió el 22 de febrero de 2016,
en la casa en la que Débora Díaz vivía con los tres hijos que había tenido con
Montenegro, de 11 y 6 años y un bebé, en el partido bonaerense de Pilar.
Tenía una restricción de acercamiento
desde el 28 de diciembre de 2015, ya que la mujer lo había denunciado en más de
una oportunidad por las palizas a las que la sometía. Una prohibición que violó
varias veces, aunque Díaz nunca lo informó y por eso no tenía un botón antipánico.
Esa noche Montenegro volvió a
desobedecer la orden y entró por la fuerza a la vivienda. Discutieron, la
encerró en una habitación y la apuñaló seis veces en el pecho y en la espalda. Fuente
TN
PUBLICADO POR FM Libra
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PUBLICADO EL 01/11/2017